Rousseau: el
hombre y el estado de naturaleza
1.
Introducción.
Jean-Jacques Rousseau (Ginebra, Suiza, 28
de junio de 1712 - Ermenonville, Francia, 2 de julio de 1778) .... a pesar de
las profundas contradicciones con la Ilustración,
pertenece a este movimiento.
Las ideas políticas de Rousseau influyeron
en gran medida en la Revolución francesa, el desarrollo de las teorías republicanas y el crecimiento del nacionalismo.
Su herencia de pensador radical y revolucionario está probablemente mejor
expresada en sus dos más célebres frases, una contenida en El contrato social:
«El hombre nace libre, pero en todos lados está encadenado»; la otra, contenida en su Emilio, o De
la educación: «El hombre es
bueno por naturaleza», de ahí
su idea de la posibilidad de una educación.
Rousseau entiende que la descripción de
Hobbes referida al hombre en el estado de naturaleza, refiere en realidad al
hombre moderno, a quien lo juzga encadenado y alienado de su ser original. Las ciudades son entendidas como los
abismos de la humanidad, lo que cobra sentido a partir de considerar su
simpatía por el modelo de la polis griega.
Rescata como principal valor humano a la virtud, a
la que define como la ciencia sublime de las almas simples, y que se aprecia
cuando un individuo se escucha a sí mismo; es decir, a su propia conciencia. Entiende al hombre moderno alienado de la noción de
virtud y atormentado consigo mismo.
La comunidad es
el principal instrumento de moralización y representa, en consecuencia, el
valor moral más alto. Para Rousseau el estado de naturaleza es un estado
original de pureza, degenerado por un proceso de civilización que desarrolló vicios, conflictos, pasiones y
desigualdad. Es por ello que entiende como erróneo atribuir esta degeneración
al estado de naturaleza, como lo hacen otros filósofos como Hobbes o Locke.
El hombre natural es perfecto; raramente se enferma; tiene pocas necesidades y no tiene
relaciones sociales permanentes. En el estado de naturaleza el hombre se ama a sí mismo y está vinculado a las principales
leyes naturales: la autoconservación (opuesta al amor propio que se
adquiere en la sociedad civil y da lugar a la competencia, rivalidad, conflicto
y desigualdades) y la piedad hacia los seres sensibles.
El contrato tiene
como clara finalidad el volver a reivindicar el amor a sí mismo a través de una
nueva sociedad y un nuevo hombre. El hombre natural es un ser independiente. Por el contrario, el hombre en sociedad es entendido como dependiente.
¿Cuáles son las características con las
que Rousseau concibe al hombre en estado de naturaleza?
¿Cuál es la importancia que Rousseau
otorga a la comunidad?
Se entiende por pacto inicuo a
aquel que los ricos le proponen a los hombres y que de por sí constituye una
degeneración. El momento esencial es con el descubrimiento de la propiedad, con
lo cual se funda la sociedad civil:
"El primero al que, tras haber
cercado un terreno, se le ocurrió decir esto es mío y encontró personas lo
bastante simples para creerle, fue el verdadero fundador de la sociedad civil.
¡Cuántos crímenes, guerras, asesinatos, miserias y horrores no habría ahorrado
al género humano quien, arrancando las estacas o rellenando la zanja hubiera
gritado a sus semejantes!: '¡Guardaos de escuchar a este impostor!; estáis
perdidos si olvidáis que los frutos son de todos y que la tierra no es de
nadie" (Sobre el origen de la
desigualdad - Segunda parte).
El pacto inicuo es el reino de la
desigualdad y de la opresión. Constituye un pacto de sujeción. En cambio, la
República, es el reino de la igualdad y la libertad. El hombre supera la
corrupción y alcanza el perfeccionamiento. En la sociedad civil el hombre
obedece a leyes realizadas por otros; en la República obedece a sus leyes
propias.
Rousseau, a diferencia de otros autores
encuadrados en la escuela del contractualismo (Hobbes) , coloca el momento
negativo (sociedad civil) entre dos momentos positivos ( estado de naturaleza y
república).
La voluntad general
En el Contrato Social se
alude a ella como la voluntad colectiva del cuerpo político
que se orienta al interés común. La voluntad general reside en el pueblo y se manifiesta a través de la ley votada directamente por el pueblo en
asamblea. El ciudadano es
soberano en cuanto participa de la voluntad general y, en cuanto es dirigido,
es súbdito (aunque libre), porque al obedecer la ley que él ha contribuido a
crear, obedece a una
voluntad que es también su auténtica voluntad, su deseo natural de justicia.
La libertad natural es superada con la libertad civil, que consiste en obedecer sólo a la ley, en doblegarse a
la voluntad general y nunca a la voluntad particular.
La voluntad general se distingue por la
calidad, por su carácter
ético, o sea por el interés común que se propone, y no por el número de
votos por lo cual teóricamente puede ser expresada aun por una sola persona.
Sin embargo, en El Contrato Social Rousseau introduce como método empírico para reconocerla el criterio de la mayoría: la voluntad general, a pesar de que en
rigor de términos no sea la voluntad de los más numerosos, se declara en la
práctica a través de la voluntad de la multitud, en aquellos lugares en que
todos los ciudadanos participan en el voto.
La voluntad general es siempre recta y siempre
tiende a la utilidad pública. Ello
no significa que las deliberaciones populares cuenten siempre con esa misma
rectitud. Muchas veces el pueblo resulta engañado. Asimismo la voluntad general
es indestructible.
Así Rousseau trata de superar la antítesis
tradicional entre el individuo y el estado, entre la libertad y la autoridad, y
fundamenta la teoría
moderna de la soberanía popular.
Del principio de la voluntad general se deduce el concepto de democracia en
Rousseau, entendido como el gobierno del pueblo,
y la base de sustentación del Estado, erigido de acuerdo a la fuerza común
propia de la voluntad general.
Rousseau identifica en forma extrema a la
soberanía con el poder legislativo, a través de la noción de voluntad general
por el cual el soberano puede hacer solamente leyes generales y abstactas y no
decretos.
¿Cuáles son las características de la
voluntad general?
Para Rousseau la soberanía es:
a) Inalienable:
como ejercicio de la voluntad general jamás puede resultar enajenada. La
enajenación es de cada asociado con todos sus derechos a la comunidad entera.
El soberano no es más que un ser colectivo y no puede ser representado más que
sí mismo. Aunque el poder puede trasmitirse, jamás puede serlo la voluntad. Ni
bien existe un amo, deja de existir el soberano, con la lógica destrucción del
cuerpo político.
b) Indivisible: La
voluntad es de naturaleza general, o no lo es. La voluntad corresponde al
cuerpo del pueblo y en ello se fundamenta la potestad de hacer la ley y de su
soberanía.
c) No puede ser
representada: la voluntad general no se representa. Por consiguiente o es
ella misma o no es; no hay término medio. Los diputados del pueblo no son sus
representantes, sino más que sus delegados. Nada
pueden concluir definitivamente. Toda ley no ratificada por el pueblo en
persona es nula.
La libertad
En Rousseau la noción de libertad se
vincula con la capacidad
de hacer el bien en
tanto realización del ser humano, con lo cual se diferencia de la noción de
libertad en términos de libre albedrío.
De acuerdo a esta visión el otro no limita
sino enriquece. Dicha noción es posteriormente profundizada por Hegel y Marx
(en su modelo de sociedad socialista). Nadie tiene derecho a disponer de la
libertad de un individuo más que él mismo. Renunciar a la libertad es renunciar
a la condición de hombre, a los derechos de la humanidad, e incluso a sus
deberes. Semejante renuncia es incompatible con la propia naturaleza del
hombre.
Considerar que con el contrato social, el
hombre pierde su libertad es no comprender la visión rousseauniana. Lo que se
pierde en ese caso es la libertad natural y un derecho ilimitado a todo cuanto
puede alcanzar. Se gana en cambio la libertad civil y la propiedad de todo
cuanto posee.
La libertad de un hombre se corta con la
libertad del otro. Por ello, cuanto más se lo oprima, más alcance tendrá la
libertad del primero. Cuanto mayor sea el bien que se pueda realizar para los
demás, más libre podrá ser el hombre, ya que podrá compartir y formar parte de
un conglomerado de hombres mejores.
Para Rousseau los gobernantes sólo son instrumentos del pueblo, quien, en caso de así
considerarlo, puede destituirlos y modificarlos. Este principio fue una de las
claves por las cuales se procedió a prohibir e incinerar la obra de Rousseau
apenas ésta se conoció, por parte del régimen monárquico. El gobierno no tiene
ningún derecho adquirido como los que le había dejado la teoría pactista de
Locke, sino que ocupa simplemente la posición de un comité. El único gobierno
es, por lo tanto, la democracia
directa en la que los
ciudadanos pueden estar presentes en la asamblea general.
Compara la idea de
libertad que vemos en Rousseau con la idea de libertad que vimos en Hobbes y
Locke.
Recapitulación.
Rousseau coloca como piedra angular de su
crítica a la vida societaria la idea de que la sociedad no es el estado
"natural" ni idóneo del hombre. Entre otras razones porque la
ambición, el egoísmo, el anhelo de sobresalir por encima de los demás, ha
destruido al yo "auténtico"; también porque la sociedad ha
estrangulado la libertad al someter a los humanos a una serie de observancias,
hábitos y exigencias, desde el mismo nacimiento hasta la muerte.
En la esfera política, le parece a
Rousseau que el gobierno no es sino la expresión y encarnación de los intereses
de los ricos y poderosos. Como ente coactivo no hace sino mantener sometidos a
los pobres y a los débiles, en una clara manifestación de cómo se perdió la
igualdad con el aparecimiento de la propiedad privada.
Rousseau no hace eco para nada de lo que
algunos pensadores como Hume, Ricardo, John Stuart Mill y Adam Smith habían
dicho respecto a la vida en sociedad. Para éstos, vivir en sociedad era
sencillamente la máxima experiencia humana, fundamental para el desarrollo de
todas las potencias del hombre, sean morales, artísticas o intelectuales. Y,
además, un medio, el más efectivo de todos, para lograr las metas y las
aspiraciones personales gracias a la cooperación bajo el signo de la división
del trabajo. En conclusión, para los empiristas británicos y para los
economistas clásicos, la vida en sociedad sólo nos ha reportado beneficios.
El hombre natural : cuando no había sido sometido a la
artificialidad de la cultura, la sociedad y la educación, este hombre natural
era puro instinto, ajeno a la depravación del pensamiento. No conocía la
propiedad ya que ésta surgió de lo no-natural como la industria, las
necesidades superfluas y de las ideas. Tampoco sabía de egoísmos, de guerras,
de esclavitud, de vicios ni de afectos de ninguna clase dado que todo esto sólo
surge de la aculturación, es decir, de la alienación sociológica.
En una palabra, puede decirse que en
esencia el hombre natural es para Rousseau un ser bondadoso. Las primeras palabras del Emilio son: Todos sale bueno de las
manos del autor de las cosas, todo se vicia en las manos del hombre. Y esta
bondad es bondad en función de los efectos provocados en el entorno del
colectivo.
Rousseau propone un ideal de extremos
totalmente encontrados. Preservar la sociedad pero convertida en auténtica
comunidad solidaria. Creyó fervientemente que tal cosa era posible. Decir adiós
a la sociedad basada en hábitos, costumbres e instituciones masivas e
impersonales y dar lugar a
una sociedad en la que gracias a un nuevo contrato social los seres humanos se
identificaran más los unos con los otros. Una sociedad en la que una profunda solidaridad hiciera surgir una dependencia de la comunidad toda y
no de alguien en particular. De esa forma, creía Rousseau, desaparecería esa
interdependencia individualista que tan ofensiva le resultaba.
Bien lo ha traducido Sheldon Wolin:
La solución de Rousseau pertenecía a una
tradición de íntima comunión, junto con las soluciones propuestas por otros
autores a quienes consternan las consecuencias de los conjuntos impersonales en
gran escala y que prefieren la palpitante vida del pequeño grupo a la fría unidad exterior de las
instituciones masivas.
Nostalgia por la comunidad. En eso se resume toda la obra política
de Juan Jacobo Rousseau. Una comunidad de hombres naturales, guiados por la
irracionalidad de sus sentimientos, verdaderamente libres puesto que no siguen
ni la razón, ni la cultura, ni la civilización sino las tendencias e
insinuaciones de su yo natural. Pero una comunidad que ha de tener, en su modo
de ver las cosas, como función básica la satisfacción inmediata de las emociones
y los sentimientos.
Vivir en asociación, en comunidad es en realidad un fin en sí mismo para Rousseau. Ver esa vida como un
medio, es el resultado de la reflexión racional y de todos los intereses que
pugnan en el marco de la artificialidad civilizada. La búsqueda del yo
auténtico ha de tener como entorno una experiencia comunitaria que permita ese descubrimiento en medio de la más pura
solidaridad.
Fuera de la iglesia no hay salvación, se
había dicho en otro momento; Rousseau transforma tal dicho en la consigna: sitôt qu' il est seul, il est nul, en
cuanto está sólo, el hombre no es nada. Estamos hechos para la comunidad y sólo
en el marco de sus relaciones íntimas y emotivamente gratificantes, seremos
genuinamente humanos, auténticamente hombres.
¿Podrías expresar una opinión personal
sobre la concepción rousseauniana de la relación del individuo con la
comunidad?
Conclusiones
1. Rousseau mantuvo una crítica y un
rechazo frontal hacia la sociedad por considerarla artificial en todo aspecto
y, por ende, corruptora de la naturaleza humana.
2. El ideal roussoniano de hombre es el
que, en apego a su naturaleza, no aspira sino a satisfacer las básicas
urgencias de la supervivencia, y se deja guiar por la visión de la vida que la
introspección, liberada de toda atadura cultural, le ofrece.
3. La libertad la entiende Rousseau como
un apego a los sentimientos y a las pasiones de los cuales la naturaleza nos ha
dotado; atarse a la costumbre, la ley o la moral convencionales, es perder la
libertad en un laberinto de artificialidades.
4. El hombre auténtico para Rousseau es
esencialmente bueno y solidario por lo que la propiedad colectiva o social es
manifestación de esa naturaleza y, a la vez, garantía de la unidad, la cohesión
y la armonía de la vida en común.
5. Para Rousseau la introducción de la
propiedad privada condujo a la desigualdad, a la división del trabajo, a la
opresión y a la dependencia entre los individuos. La restauración de la
comunidad debe conducir a satisfacer emocionalmente al hombre gracias a la
experiencia filial.
6. La influencia de Rousseau ha sido
enorme tanto en la literatura como en la filosofía y, particularmente, en la
filosofía política. Claramente se hallan influencias de su pensar, muy
puntuales y concretas, en la sociología, en el socialismo francés y en el
marxismo; prácticamente donde sea que se haga énfasis en la necesidad de trocar
la sociedad en comunidad.
7. En el marxismo son más que obvias las
coincidencias con el pensamiento roussoniano, particularmente en la crítica a
la propiedad como origen de las desigualdades y la explotación del hombre por
el hombre; la confianza en la regeneración de los seres humanos; el énfasis en
lo "social"; y la esperanza escatológica en la transformación de la
sociedad en una hermandad solidaria.
Contrato Social
Expone que la única forma de gobierno
legal será aquella de un estado republicano, donde todo el pueblo legisle;
independientemente de la forma de gobierno, ya sea una monarquía o una
aristocracia, no debe afectar la legitimidad del Estado. Rousseau le da gran
importancia al tamaño del Estado, debido que una vez la población del estado crece,
entonces la voluntad de cada individuo es menos representada en la voluntad
general, de modo que mientras mayor sea el estado su gobierno debe ser más
eficaz para evitar la desobediencia a esa voluntad general.
En sus estudios políticos y sociales
Rousseau desarrolló un esquema social en el cual el poder recae sobre el pueblo, argumentando que es posible
vivir y sobrevivir como conjunto sin necesidad de un último líder que fuese la
autoridad. Es una propuesta que se fundamenta en la libertad natural con la
cual, Rousseau explica, ha nacido el hombre.
“Cada uno de nosotros pone en común
su persona y todo su poder bajo la suprema dirección de la voluntad general; y
cada miembro es considerado como parte indivisible del todo.” En fin, Rousseau
plantea que la asociación asumida por los ciudadanos debe ser “capaz de
defender y proteger, con toda la fuerza común, la persona y los bienes de cada
uno de los asociados, pero de modo tal que cada uno de éstos, en unión con
todos, sólo obedezca a sí mismo, y quede tan libre como antes.”
La obra rousseauniana argumenta que esta
asociación de los hombres no es algo natural. El hombre sale de su estado
natural de libertad porque le surgen necesidades de supervivencia que le imponen
la creación de algo artificial, ya que el hombre no es sociable por naturaleza
y no nació para estar asociado con otros. Es voluntariamente que se unen los unos a los
otros y fundamentan este
vínculo con el desarrollo de la moralidad y la racionalidad para satisfacer las
necesidades que la naturaleza le ha impuesto. La moral y la razón se hacen
evidentes en la sociedad al establecer un modelo normativo capaz de crear un
orden social que evite la dominación de unos sobre otros y que involucre una
representación participativa de todos los miembros de la sociedad.
De acuerdo a la obra de Rousseau, todo
gobierno legítimo es republicano, es decir, una república emplea un gobierno
designado a tener como finalidad el interés público guiado por la voluntad
general. Es por esta razón, que Rousseau no descarta la posibilidad de la
monarquía como un gobierno democrático, ya que si los asociados a la voluntad
general pueden convenir, bajo ciertas circunstancias, la implementación de un
gobierno monárquico o aristocrático, entonces tal el bien común.
En su modelo político, Rousseau le
atribuye la función de soberano
al pueblo. A este término no
le atribuye características que designan a una sola clase o nación, sino la
representación de una comunidad de los que desean formar un Estado y vivir bajo
las mismas leyes que son la expresión de la voluntad general. El pueblo, como
soberano, debe llevar a cabo una deliberación pública,
que ponga a todos los ciudadanos asociados en un plano de igualdad, en la cual el cuerpo no puede decidir
nada que atente contra los intereses legítimos de cada uno. Las leyes en la
república de Rousseau están desarrolladas conforme al orden social, establecido
por la naturaleza del pacto social y no por las convenciones humanas de un sólo
individuo. Las leyes deben fundamentarse en las convenciones que traducen en
reglas las exigencias de la racionalidad y moralidad humana, a la misma vez,
que no atentan contra el ideal de la justicia que impone que todos los
asociados se respeten los unos a los otros. Rousseau establece que las
reglas de la asociación deben ser el resultado de la deliberación pública, ya
que en ella se encuentra el origen de la soberanía. Las leyes nacidas de la
deliberación no serán justas y la soberanía no será legítima si la deliberación
no respeta el interés común y si los ciudadanos no aceptan las condiciones por
las que las reglas son iguales para todos. Estas leyes no instituyen
ninguna forma específica de gobierno, sino que fijan las reglas generales de la
administración y definen la constitución, por la cual el pueblo ha de regirse,
ya que son la máxima expresión de la voluntad general.
El ideal político planteado por Rousseau
en El
Contrato Social se basa en la autonomía racional.
Esta es la asociación que supone el reino de la ley común, en la cual cada uno
de los asociados, al entregarse al pacto social, se obedece a sí mismo debido a
que las leyes se fundamentan en la voluntad general, en la cual cada ciudadano
es a su vez legislador, al deliberar públicamente en la creación de las reglas,
y súbdito, al someterse libremente a la obediencia de las mismas.
¿Cuál es la relación que puedes
establecer entre deliberación pública, autonomía racional y libertad en el
pensamiento de Rousseau?